No lo compres: hazlo. Cuidado de cutículas.

¡Holaaa! ¿Qué tal estáis hermosas?
 

Hoy os traigo un truco casero para el cuidado de las cutículas. A la hora de hacer una manicura, unas cutículas mal cuidadas pueden dar un efecto muy feo. Lo principal es mantenerlas hidratadas para que no se vean resecas y no se nos agrieten, ya que eso puede provocar esos diminutos cortes tan molestos que salen a veces. Además, unas cutículas bien hidratadas ayudarán al crecimiento y salud de la uña. Para hidratarlas existen productos especiales, pero si no los tenéis o preferís no comprarlos, podéis hacer unos masajitos en ellas con algún aceite, como el de almendras, o con vuestra crema de manos. Si no tenéis las cutículas especialmente secas no hace falta que hagáis esto todos los días, con una o dos veces por semana será suficiente.

Os voy a enseñar una especie de receta casera para ablandarlas y que nos sea más facil apartarlas o darles forma y que así nuestras uñas queden más bonitas. Por lo general no se recomienda recortarlas. Yo lo hago, ya que las mías crecen muchísimo (al contrario que mis uñas) y si las dejo quedan horribles, pero si a ti las tuyas no te molestan y nunca las has cortado no te recomiendo que empieces a hacerlo, porque al cortarlas aumentará la velocidad con la que crecen.

En el mercado nos encontramos con diversos productos que sirven para ablandar o “retirar” las cutículas. Unos muy famosos son los de Sally Hansen, tanto en aceite como en gel. La receta que os traigo, además de ablandarlas, tiene ingredientes que son buenos e hidratantes para las cutículas.

Lo primero que vamos a necesitar es algun tipo de recipiente pequeño, en el que nos cojan más o menos los dedos. Luego utilizaremos algun aceite corporal. Yo voy a utilizar el de almendras dulces pero también podéis utilizar otros como el de ricino, y si no tenéis ninguno por casa también os sirve aceite de oliva, del que se utiliza para cocinar. El de lavanda se recomienda especialmente para los cuidados de uñas, así que si lo tenéis ya sabéis.

Lo siguiente será algún tipo de jabón. Utilizad uno que sea phneutro para no dañar la piel al tener los dedos en remojo. Por lo general los jabones de manos o geles de baño suelen serlo todos (suelen poner ph neutro o ph 5.5), así que echad de cualquiera que tengáis (excepto fairy y esa clase de jabones). Yo voy a utilizar uno con aceites de lavanda, porque como he dicho el aceite de lavanda es bueno para las uñas así que como no tengo en aceite uso este gel, aunque lleva mucha menos cantidad de aceite que el aceite en sí.

También vamos a utilizar un palito de naranjo para empujar las cutículas. También podéis comprar unos instrumentitos que sirven para eso o incluso si no tenéis nada de lo anteior podéis utilizar un bastoncillo de los oídos. Y en el caso de que nos recortemos las cutículas usaremos también el instrumentito para ello. Estos los podéis encontrar en muchos sitios: Mercadona, Kiko, Alcampo...

Empecemos con la “receta”. Vamos a echar un poco de agua calentita en el recipiente, añadiremos un poco de jabón y un chorrito del aceite. Lo removemos un poco y metemos los dedos en remojo. Ahora los dejamos durante 3 minutos aproximadamente (si veis que todavía no se os han ablandado volved a dejarlos un poquito más). Luego cogeremos el palito de naranjo o lo que utilicemos y empujaremos las cutículas hacia atrás. Ahora veréis que resulta mucho más fácil que cuando lo hacemos directamente sin echar nada. Por último, en caso de querer recortarlas, lo haríamos ahora. En esto también se nota que es mucho más fácil y rápido que “en seco”.

Y eso ha sido todo, espero que os haya sido útil y ya me contaréis si lo ponéis en práctica y como os resulta. 

Un beso :P